Turismo deportivo: la estrella de los incentivos empresariales

Desde una clase de golf o una aventura en bicicleta hasta un evento masivo, el turismo deportivo es una de las más atractivas opciones de los viajes de incentivos. Suele ser una recompensa a los colaboradores que han alcanzado un objetivo complejo o que han tenido éxito con una propuesta innovadora, y se planea en función de los valores que la empresa posea o quiera resaltar.

Por lo general, no sigue la ruta de los sitios de turismo usuales de la zona elegida. Es decir que, en una ciudad donde la mayoría de las visitas se concentran en museos y actividades culturales; en el caso del turismo deportivo la atención se centra en estadios y competencias. Por supuesto, también existen museos temáticos que pueden incluirse en el plan. Sin embargo, el objetivo general suele ser mantener al grupo activo.

Las Olimpiadas, el Super Bowl, el Mundial de futbol, las carreras deportivas y todo tipo de eventos internacionales recurrentes son excelentes ejemplos de este estilo de motivadores; más aún cuando coinciden con los valores que la empresa está buscando fomentar. Inclusive pueden servir a modo de alianza entre empresas, ya sea a través del patrocinio o para crear conexiones entre marcas que se complementan o que forman parte del mismo grupo.

Otra manera de organizar un viaje de incentivo turístico es buscar una actividad que todos puedan compartir; de preferencia, en un destino alejado del ambiente laboral. Ir de escalada, bucear y otras actividades como el ciclismo, rappel y natación son solo algunas de las opciones más populares que ofrece el turismo deportivo.

El mayor highlight del turismo deportivo es que prepara el terreno para una excelente oportunidad de team building. Las dinámicas de equipo fomentan la creación de lazos entre colegas, que a su vez pueden desarrollarse y dar paso a nuevas ideas y descubrimientos. Asimismo, el sentido de pertenencia se ve reforzado al apoyar al mismo equipo, deportista o piloto, pues relaciona su percepción de los demás con los intereses propios.

En conclusión, los beneficios de un viaje de incentivo orientado hacia el mundo de los deportes representan una gran oportunidad para construir confianza y a la vez motivar a tus colaboradores.